Sueños y Realidades: Un Análisis de la Calidad de Vida de los Adultos Mayores en Colombia

El pasado 6 de marzo se llevó a cabo el conversatorio Sueños y Realidades 60+, un espacio enriquecedor en el que se expusieron hallazgos clave sobre la calidad de vida de los adultos mayores en Colombia. El evento, organizado por el programa de Enfermería de la Pontificia Universidad Javeriana Cali, contó con la participación de destacados expertos en el tema.

La ponencia estuvo a cargo de Alejandro Cheyne, director del centro de estudios Voz Mayor y exrector de la Universidad del Rosario (2018-2024). Durante su intervención, presentó los resultados de la encuesta "Sueños y Realidades", un estudio detallado sobre la situación de las personas mayores de 60 años en el país. Esta investigación fue posible gracias al apoyo de Arritokieta Pimentel, vicepresidenta de Asuntos Corporativos, y Edulfo Peña, vicepresidente de Estrategia de Voz Mayor, junto con diversas entidades públicas y privadas comprometidas con el bienestar de esta población.

El conversatorio inició con un panorama del envejecimiento en Colombia. Actualmente, el 14% de la población supera los 60 años, y se proyecta que en las próximas dos décadas esta cifra aumentará significativamente. Frente a este desafío, Cheyne destacó la importancia de una visión proactiva: 

"Estamos ante una oportunidad para transformar la manera en que la sociedad percibe y apoya a los adultos mayores. Su experiencia y conocimientos son un recurso valioso que no podemos desaprovechar", afirmó.

Uno de los datos más relevantes de la investigación señala que el 67% de los adultos mayores en Colombia son mujeres, muchas de ellas jefas de hogar. Además, el 47% pertenece a los estratos socioeconómicos 1 y 2, lo que resalta la importancia de implementar estrategias de apoyo específicas para esta población.

En el ámbito laboral y económico, la encuesta reveló que solo el 1% de los adultos mayores está formalmente pensionado, mientras que un 23% continúa trabajando y un 3% busca empleo. A pesar de los desafíos, hay una notable disposición de este grupo por mantenerse activo.

 "Los adultos mayores no solo desean seguir aportando a la sociedad, sino que también buscan espacios donde su conocimiento y experiencia sean valorados", agregó Cheyne.

El acceso a servicios de salud es otro aspecto crucial. Según la investigación, el 94% de los adultos mayores está afiliado a una entidad de seguridad social, aunque un 6% aún carece de cobertura. Además, la mayoría lleva una rutina sedentaria tras su retiro laboral, optando por actividades como ver televisión o escuchar radio, esta última considerada una de sus principales fuentes de compañía.

Desde una perspectiva emocional y social, los sentimientos predominantes en esta etapa de la vida son la alegría, la gratitud y la tranquilidad, aunque también surgen emociones como la nostalgia y la soledad. Un dato interesante es el papel que juegan las mascotas en el bienestar emocional de los adultos mayores: el 67% tiene perros y el 48% gatos, con una mayor preferencia por los felinos entre las mujeres.

Otro de los puntos clave abordados fue la composición del hogar de los adultos mayores. El 55% vive con sus hijos, el 41% con su cónyuge y el 24% con sus nietos, mientras que un 16% vive solo. A pesar de que el 57% de los encuestados tiene vivienda propia, una parte significativa aún paga su casa o vive en arriendo.

En este contexto, el expositor hizo un llamado a la valoración del papel de los cuidadores dentro de la familia. 

"Las personas que asumen el cuidado de los adultos mayores, en su gran mayoría mujeres, realizan una labor invaluable sin recibir remuneración ni preparación adecuada. Es necesario cambiar esta realidad y ofrecerles el respaldo que merecen", enfatizó Cheyne.

El conversatorio Sueños y Realidades 60+ no solo permitió visibilizar los desafíos que enfrenta la población mayor en Colombia, sino que también sirvió como un punto de partida para la acción. Los datos recopilados en la encuesta ofrecen un insumo valioso para la formulación de políticas públicas y estrategias que garanticen mejores condiciones de vida, promuevan su autonomía y fomenten su participación activa en la sociedad.

"No se trata solo de reconocer sus necesidades, sino de abrir espacios donde los adultos mayores puedan seguir construyendo, aprendiendo y compartiendo con las nuevas generaciones. Son una fuente inagotable de saber y experiencia que debemos valorar y potenciar", concluyó Cheyne.